Mientras aguarda por los resultados de los estudios realizados en Córdoba a cinco compañeros caídos en Malvinas, Julio Aro pasó por Brisas Segunda Edición y declaró que “es muy lindo poder buscar a tus compañeros, encontrarlos y reencontrarlos con sus familias. Tal vez uno es la cara visible, pero hay mucha gente trabajando detrás. Hay un equipo que se transformó en familia”.
Además, dijo que todavía “nos están faltando algunos compañeros que no los podemos encontrar. Hasta el último día que respire, voy a seguir buscando. No queremos bajar los brazos nunca. Es muy lindo devolverle la identidad a alguien y mirar a los ojos a los padres”.
Luego, el marplatense contó que los compañeros de los que se espera el resultado son los que estaban en la tumba C1 10, que estaba mal nombrada. “Tenemos una idea de quienes pueden llegar a ser, muchas familias ya dieron sus muestras”, destacó.
Sobre el proceso que lleva adelante, Aro describió que “en el primer plan eran 122 placas que decían Soldado Argentino Solo Conocido por Dios. Se identificaron 115 y restan 7, tenemos las muestras, pero no tenemos con qué cotejarlas. De la segunda tenemos a estos cinco”.
Consultado sobre la sensación al entrar al cementerio de Darwin, Aro relató que “es hermoso, y cuando pasás la tranquerita de madera, mires para donde mires encontrás nombres, apellidos e historias. No por haber perdido la vida, tenés que perder el nombre. La paz que transmite ese cementerio es única. El sueño es entrar y ver que todas las placas tienen nombre y apellido”.
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