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En junio de 1982, con el cese de fuego de la Guerra de Malvinas, una misión muy importante fue encargada al ex coronel inglés Geoffrey Cardozo. Tenía 32 años en el momento en que el ejército británico lo envió a las islas tras el fin de la guerra para contener a las tropas inglesas. Pero al hablar español, le asignaron otra tarea: reunir y enterrar los cuerpos de los argentinos caídos durante el conflicto.
Cardozo tardó seis semanas en llevar adelante el pedido, y lo hizo de una manera que hoy en día resulta un ejemplo a nivel mundial. Así se creó el Cementerio de Darwin, donde cada cuerpo fue enterrado en bolsas junto con las pertenencias encontradas.
El ex oficial fue muy detallista y elaboró un informe con todas las referencias del cementerio. Este minucioso trabajo resultaría clave muchos años más tarde para lograr la identificación de los cuerpos enterrados bajo la placa “Soldado argentino solo conocido por Dios”.
Una copia de ese informe fue entregada en el 2008 al ex combatiente argentino Julio Aro, presidente de Fundación No Me Olvides, quien también tuvo y tiene actualmente un rol clave en el Plan Proyecto Humanitario Malvinas (PPH) para dar identidad a los cuerpos de los soldados.
Foradori-Duncan
En el año 2016, durante la gestión del gobierno de Mauricio Macri, se firmó el Pacto Foradori-Duncan con el gobierno de Reino Unido, que contemplaba diferentes aspectos diplomáticos para el “fortalecimiento de la relación bilateral” y “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas”.
Si bien esa rúbrica generó un gran revuelo, ya que desde la oposición de Macri planteaban que implicaba “una cesión de soberanía y un fortalecimiento de las posiciones británicas y colonialistas en el Atlántico Sur», el acuerdo tenía en cuenta un aspecto fundamental.
Gracias al acuerdo celebrado entre ambos gobiernos, en diciembre de 2016 se encomendó al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) la tarea de identificación de 121 tumbas (122 cuerpos) en el Cementerio de Darwin, cuyas lápidas decían “Soldado Argentino Sólo Conocido por Dios”. El resto de las 237 tumbas que conforman el universo total del cementerio ya se encontraban identificadas desde el momento de su inauguración en 1982.
Junto a Geoffrey Cardozo, quien se encargó de crear el Cementerio de Darwin
De esta manera nació el Plan Proyecto Humanitario, que hasta comienzos de este año llevaba casi la totalidad de los cuerpos encontrados ya identificados.
Pero en marzo de este año, en el marco de la Cumbre de Cancilleres del G20 que se realizó en India, el canciller argentino Santiago Cafiero le comunicó al gobierno británico el fin de dicho pacto y aseguró que se trató de “uno de los hechos más lesivos” para el reclamo por el ejercicio de soberanía sobre las islas.
“El acto soberano más importante”
La suspensión del pacto trajo varias consecuencias. Entre ellas, se debió suspender la misión de identificación de los cuerpos del Cementerio de Darwin. A través de los medios de comunicación nacionales circularon diferentes versiones sobre este hecho, quienes aseguraban que la interrupción del programa había sido una decisión unilateral del gobierno británico.
Sin embargo, La Voz del Pueblo tuvo la oportunidad de dialogar con el ex soldado Julio Aro –quien como se mencionó fue uno de los impulsores del Plan Proyecto Humanitario-, que pudo traer algo de claridad a la situación. “Ese acuerdo no sé si era bueno o malo, o si servía o no servía para nada, porque no soy político. Pero para mí fue el acuerdo que nos permitió realizar el acto soberano más importante después de la Guerra de Malvinas, que fue poder devolverles identidad a nuestros compañeros”, aseguró al inicio de una extensa charla.
Según aseguró Aro, con la suspensión de este pacto también se perdieron los vuelos humanitarios para padres de los caídos en Malvinas, quienes se encuentran reclamando la reapertura de los mismos ya que “necesitan despedirse de sus hijos”. En ese sentido, el ex combatiente señaló que “hay familias que están sufriendo y esperando, y la verdad que siento que al gobierno no le importa mucho”.
Seis compañeros
El PPH tuvo varias etapas, pero ya estaba cerca de concluir. “Hoy nos quedan seis compañeros por identificar”, remarcó Aro, de los cuales tres estaban cerca de tener su identidad, pero ahora no les permiten avanzar. “Hay un problema interno y político entre los isleños, Gran Bretaña y nuestro país. Se echan las culpas unos con otros”, indicó.
La situación resulta más compleja de lo se cree como para dejar en claro un causante. “Yo no responsabilizo a los ingleses exclusivamente de esto. El gobierno británico no suspendió la investigación. Sino yo sería el primero que hago despelote porque son mis compañeros lo que están ahí, que no los voy a abandonar nunca”, manifestó.
Luego de todos los años de trabajo e investigación que tiene este proyecto, para Julio Aro “tener que frenar las cosas por estos momentos políticos que está viviendo el país, muestra que a ninguno de los políticos les importa el tema Malvinas, a ninguno”.
De todas maneras, estando tan cerca del objetivo, no bajan los brazos. “Yo creo que cuando pase este año, con el gobierno que esté el año que viene vamos a poder tener diálogo sobre cómo seguir. El romper un acuerdo implica renunciar a los derechos de reclamo, pero a mi entender no es la forma. La mejor forma que tuvimos de marcar nuestro territorio fue identificando a nuestros compañeros, con nombre y apellido como corresponde”, sostuvo.
En ese sentido, aseguró: “Estoy convencido que se va a solucionar en algún momento. Lo que pasa es que jugamos con el reloj biológico de las familias y con los nuestros también, porque no sabemos cuándo nos toca la hora. Las familias no pueden ir ahora a despedirse”.
Está claro que en estos conflictos lo político se mezcla con lo humano y siempre los más afectados terminan siendo los ex combatientes y las familias de los caídos en guerra. Pero la esperanza de poder retomar este gran proyecto no se pierde porque aún hay seis personas que merecen su identidad, con nombre y apellido. Es un derecho inalienable.
Fundación No Me Olvides
Julio Aro está al frente de la Fundación No Me Olvides, que nació en el 2008 luego de una experiencia muy importante para él. “Yo el 2 de abril del 2008 quise ir a buscarme porque el Julio que había venido de Malvinas no era el mismo. Estuve ahí una semana. Lloré y pataleé al ver esas placas de soldados sin identificar”, contó.
Al regresar, “mi vieja me dijo que no hubiera estado ni un minuto de su vida sin buscarme. En el mismo año, armamos un proyecto que se llamó Identidad Compartida. Ahí nos empezamos a comunicar con los ingleses y nos invitan el 17 de octubre del 2008”, recordó.
Así surgió No Me Olvides. “Empezamos a traducir el informe que me dio Geoffrey Cardozo, empezamos a juntar gente de mi confianza, ex combatientes, y ahí se creó”.
El objetivo de la fundación es ayudar a ex combatientes y las familias de los caídos en todos los aspectos. “Siempre estuvimos haciendo cosas por los demás y visibilizando la causa. Tenemos una página web donde la gente puede hacer donaciones. Todo esto es voluntad y voluntad”.
FUENTE: lavozdelpueblo.com.ar