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“Resolver la identificación es una experiencia única”

22 Nov 22
Alberto Mena
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“Guerras hubo muchas en diferentes partes del mundo, pero poder resolver la identificación de cuerpos sin identificar en cementerios en un territorio en disputa como Malvinas, reconocida por las Naciones Unidas, es una experiencia única”, y fue posible “por un acuerdo de los dos países involucrados” en el conflicto, confió el Embajador (r) de la República Argentina Renato Carlos Sersale di Cerisano.

Fue en una disertación organizada días atrás desde la cátedra de “Derecho Comercial” de las carreras de Ciencias Económicas de la FCEyJ.en la que el invitado se refirió a la actividad “Malvinas, el proyecto humanitario, su significado», que tuvo como escenario el Salón Azul de la UNLPam. También tomó parte, de manera virtual vía zoom Julio Aro, ex combatiente de la guerra de Malvinas que impulsó el reconocimiento de los caídos en el Cementerio de Darwin, junto al capitán británico Geoffrey Cardozo.

El disertante.

Sersale di Cerisano es Licenciado en Economía, Magíster en Relaciones Internacionales por la Universidad de Columbia, Nueva York y Doctor en Ciencias Políticas en la Universidad del Salvador, Buenos Aires. Desde el 2016 hasta marzo 2020 fue embajador ante el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, y anteriormente, desde diciembre a noviembre de 2015 fue embajador ante la República de Sudáfrica.

De visita en LA ARENA, Sersale di Cerisano, explicó que llegó a Santa Rosa invitado por Guillermo Salas, profesor de la cátedra de Derecho Comercial, quien el año pasado visitó las islas Malvinas y el cementerio de Darwin.

“En la cátedra veníamos llevando a cabo una serie de disertaciones, y hubo una decena referida al conflicto de Malvinas, y la idea fue cerrarlo con esta charla en homenaje a nuestros soldados caídos en la Guerra”, explicó Salas.

Sersale indició que “Guillermo estuvo en Londres en 2019, y surgió la iniciativa de hacer intercambio entre colegios; y también esta de la necesaria conectividad a las Islas, que las recuperaremos a través del derecho internacional y de conocer las costumbres de sus habitantes”, expresó el ex embajador.

Vuelos a Malvinas.

Agregó que en ese sentido son los vuelos que permiten a familias de veteranos visitar el cementerio de Darwin, la renovación de personal al haber más frecuencias, y “en definitiva es una manera de acercar las Malvinas al continente al que pertenecen”.

Reconoció que fue a partir del ex combatiente Julio Aro, y de Gabriela Cociffi, que empezó a gestarse esta actividad de reconocimiento de los cuerpos. Hasta entonces las tumbas en Darwin tuvieron la inscripción “soldado argentino sólo conocido por Dios”.

Ellos dos, más el coronel Geoffrey Cardozo emprendieron un largo camino para conseguir identificar a 90 soldados argentinos.

No me olvides.

“Sí, fue a través de un convenio entre ambos gobiernos, el británico y el argentino, que empezó a través de la Fundación No Me Olvides, de Julio Aro y Gabriela Cociffi la tarea de identificar a los caídos enterrados en Darwin. Había 234 cuerpos, de los cuales 123 estaban sin identificar. No había registros, pero se fueron superando dificultades y gracias a esa tarea ahora sólo quedan seis cuerpos sin identificar porque no se pueden encontrar a sus familiares”, dijo el embajador.

Precisamente “el proyecto de buscar tumba por tumba, fue gracias al mapeado que entregó Geoffrey Cardozo y a la Fundación de Julio Aro, que hizo más fácil el trabajo. El coronel británico había ordenado el entierro con los cuerpos bien envueltos, con sus objetos… porque algunos no tenían placa identificatoria. La única prueba real era con el matcheo realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense, con pruebas de sangre de los familiares. Eso marcó una gran diferencia con otros trabajos realizados en Sudáfrica o los Balcanes, donde se enterraban los cadáveres en fosas comunes”, completó.

Quedan seis.

“Desde el memorándum de entendimiento entre Argentina e Inglaterra y el mandato que se le dio a la Cruz Roja Internacional, hubo informes a familiares a partir de noviembre de 2017, y a principios de marzo de 2018 viajan con el apoyo de Aeropuertos Argentinas 2000, que facilitó el avión y las placas para colocar en las tumbas. Hoy quedan seis cuerpos de los que no se pueden encontrar a sus familiares”.

Destacó el ex embajador la colaboración del piloto de la Armada, Roberto Curilovic, que se ocupó de todo, incluyendo los trámites, las placas, los permisos de vuelo. Se trata de un proyecto humanitario en funcion de las necesidades de sus familiares, que pudiendo identificar a sus soldados hoy les permite vivir en paz”, concluyó Sersale di Cerisano.

FUENTE: laarena.com.ar

 

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